
El Top 10 de las Mejores Comidas Típicas de Europa para probar este 2020

Europa es un territorio lleno de historia y leyendas, muchas de ellas vivas en la actualidad. Pero sin duda uno de los elementos que hace tan atractivo al continente son las comidas y bebidas típicas de Europa, las cuales llevan siglos perfeccionándose hasta lo que se puede degustar en la actualidad.
La inmensa diversidad de las comidas de los países de Europa no tiene precedentes y por ello cada expresión de sus platos es una obra de arte digna de ver en todo el mundo. Muchos gastrónomos pasan su vida estudiando las costumbres y comidas de Europa, y perfeccionando las recetas que han nacido hace siglos en conjunto con la evolución cultural humana.
Otro de los atractivos de Europa es la enorme cantidad de influencias extranjeras que ha acogido su gastronomía, gracias a los viajes de mercaderes europeos a la India, África y América, donde se han importado verduras y alimentos que han dado nuevas pinceladas a sus platos.
A continuación verás las mejores preparaciones que debes tomar en cuenta en tu viaje a Europa.
1. Pizza

Desde Nápoles, Italia, llega uno de los platos característicos de Europa: la pizza. Un plato que te deleitará con su sabor inconfundible y que seguramente alguna vez has probado. Es una de las comidas más extendidas por todo el mundo y a partir de sus ingredientes principales: pan, salsa de tomate y queso mozzarella han surgido un sinfín de variaciones que se ajustan a la región y a la creatividad de los cocineros.
No se conoce un origen exacto de la pizza, pues desde la antigüedad los panes planos con carne arriba eran comidas comunes de Europa. Sin embargo, la pizza italiana moderna tiene su origen en la ciudad de Nápoles a mediados del siglo XVII, donde la incorporación del tomate a su cocina se hizo habitual, en especial el tomate San Marzano dejando como legado uno de los platos más populares del planeta.
La expansión de la pizza ocurre a principios del siglo XX con la migración de italianos al resto del mundo. En el año 2010 la Unión Europea le otorgó la denominación de origen “Especialidad Tradicional Garantizada”, y en 2017 la UNESCO certificó al proceso de los pizzeros napolitanos como “Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad”.
2. Paella

Desde Valencia llega la paella, uno de los platos exóticos de Europa que a todos ha asombrado gracias a su intenso e irrepetible sabor. Popular en países de América como Argentina y Venezuela, es uno de los platos para compartir más típicos de la gastronomía de España. Incluye ingredientes que te serán fácil encontrar, aunque se requiere una buena técnica para que tome su presentación final.
Debe su nombre a una sartén cóncava y con asas fabricada en España, y los ingredientes que ella contiene pueden variar de país en país. No obstante, la receta de paella valenciana consta de arroz, tomate, pollo y conejo. Así como judías verdes y garrofón. Además de un toque de aceita de oliva, azafrán y sal para sazonar.
Es muy común ver en los libros de cocina versiones diferentes donde se incluyen otros productos tales como mariscos, carnes de distintos tipos y embutidos, convirtiendo a esta comida en uno de los platos más importantes de Europa.
La paella deberás cocinarla a fuego alto, de forma que al añadirse el arroz, este no se rompa, sino que absorba todo el caldo posible. La técnica es compleja pero podrás dominarla si sigues los pasos adecuadamente.
3. Fish and Chips (pescado y papas)

Reino Unido hace un aporte delicioso al mundo de la gastronomía con su fish and chips, una receta de comida rápida en Europa que querrás hacer en casa por lo sencilla que es. Destaca entre los fast food favoritos de toda la región y ha sido aceptada en diversas partes del mundo como Australia o Noruega.
La receta conocida actualmente deriva de una comida antigua de Europa, específicamente de España: el “pescaíto frito”. Fue introducida al país por inmigrantes judíos que llegaron al Reino Unido. Por otra parte, una de las primeras menciones del típico platillo inglés se encuentra en la novela del aclamado escritor Charles Dickens “Oliver Twist” del año 1838.
Entre los tipos de pescado que puedes incluir en la receta de fish and chips está el bacalao, la merluza y el abadejo. Y entre la gama de opciones para acompañar el festín principal está el tradicional salt & vinegar (sal y vinagre), salsa tártara o salsa de ajo. Es muy común ver establecimientos en la calle donde podrás comer este rico platillo británico.
4. Gyros

Entre los platos de Grecia, el gyros destaca como uno de los platillos típicos de Europa gracias a su sencillez y sabor. Es posible encontrarlo en los menús de los restaurantes y locales de comida rápida. Su principal elemento activo es la carne, bien puede ser de vaca, cerdo o cordero y las salsas típicas que le añaden una gran sazón a la combinación.
En los tiempos de Alejandro Magno, los soldados se alimentaban rellenando de carne y especias un pan plano similar al conocido pan de pita, por lo que su origen es difícil de rastrear. Muchos historiadores culinarios afirman que este plato se creó en Livadiá, en los años 50 y llegó a New York en los años 70, volviéndose una de las comidas favoritas de Europa.
Para preparar gyros necesitarás salsa tzatziki, una de las típicas salsas de Grecia hechas con una base de yogurt griego, pepino, eneldo y limón. Es importante no dejes secar la carne en su totalidad, pues los jugos mezclados con la salsa le otorgan el toque especial. El modo de preparado y la presentación final de este plato típico de Grecia es similar al shawarma árabe y a los tacos mexicanos.
5. Pierogi (pasta rellena)

Uno de los platos típicos de Europa Central y de las más especiales comidas de la gastronomía polaca es el pierogi. Se trata de pasta rellena con una enorme variedad de ingredientes, entre los que destacan quesos, verduras o incluso champiñones. El pierogi es el plato nacional de Polonia y una de las más sencillas recetas de su cocina, que podrás cocinar en tu casa.
Sin embargo, hay una discusión vigente sobre el origen del pierogi, pues Rusia, Lituania y Ucrania se disputan la creación de esta comida de Europa Central. Sin embargo, es uno de los platos típicos de Polonia. El detalle más importante es el relleno, ya que la pasta en sí tiene una preparación bastante simple.
La gama de opciones para el relleno es casi ilimitada, pues podrás prepararlo como gustes. No obstante, entre los más tradicionales están los de patata, los de queso y los de champiñones. Hay quienes prefieren rellenarlos de carne y pollo, para compartir en ocasiones más festivas, así como también pueden encontrarse pierogis dulces con relleno de mermelada.
6. Stroopwafel

Entre los postres famosos de Europa resaltan las stroopwafel o también llamadas wafer de caramelo, de sirope o galletas gofre, uno de los postres típicos de Países Bajos. Se trata de un sandwich de galletas redondas con un relleno de dulce de caramelo o de crema que mantiene unidas las dos piezas. Tienen un diámetro estándar de ocho centímetros y son populares gracias a su enorme dulzor.
Su origen data del año 1840, cuando un panadero llamado Gerard Kamphuizen recolectó migajas y partes sobrantes de pasteles y galletas, junto con sirope de caramelo y las cocinó. Se hicieron muy populares en toda la ciudad de Gouda, donde Gerard residía. Su bajo precio y su gran sabor impulsaron su fama y llegaron a ser conocidas como “galletas de pobre”.
Tras 30 años de su creación, se comenzaron a fabricar fuera de Gouda y su aceptación en Países Bajos fue tal que se convirtió en uno de los típicos acompañantes del té y del café. Podrás comerlas en tu merienda colocando la galleta en el borde de la taza para que el vapor la ablande y sea más sencilla de ingerir.
7. Gulash

Uno de los más conocidos platos típicos de Europa Central es sin duda el gulash, el cual es proveniente de Hungría. Se trata de un estofado de carne y verduras que ha acompañado la mesa húngara desde tiempos inmemorables.
Destaca entre las comidas antiguas de Europa, pues muchos historiadores afirman que data de antes del siglo IX. Es por ello que su método de preparación es de lo más primitivo: cocinar los productos en una olla con agua.
Popular en países como Eslovenia, República Checa, Rusia o Italia, el gulash es considerado una receta casera que podrás cocinar en casa. Los ingredientes pueden variar de región en región, sin embargo, la receta más tradicional de esta comida de Europa Central incluye carne de res, pollo o cerdo, tomate y distintas verduras tales como pimentón, papas y cebolla.
El gulash ha venido evolucionado gracias a la inclusión de ingredientes provenientes de otras latitudes como papa, tomate y ají, elementos que han dotado a esta receta con una relevancia importante en la gastronomía mundial. Usualmente podrás acompañarla de vino y prepararlo espeso como guiso, o líquido como sopa.
8. Rollitos de Queso

Desde la exótica Eslovenia llega el delicioso Struklji, uno de los platos de comida tradicional de Europa convertido en el plato nacional esloveno. Son rollitos de masa rellenos de queso y bañados en salsa de setas en su forma más típica. Hay diferentes versiones, pues gracias a su sencilla preparación los cocineros se permiten innovar con nuevos sabores sin perder la tradición.
Como una de las comidas antiguas de Europa, sus orígenes se remontan al siglo XVI, cuando un chef de Austria escribió la receta. Rápidamente se extendió la popularidad del platillo a toda la región y en el siglo XX el plato fue incorporado a la cocina habitual de Eslovenia.
Un elemento peculiar del Struklji es que puedes hacerlo dulce o salado, y una vez preparado puedes hervirlo o cocinarlo al vapor, frito o al horno. Los ingredientes que necesitarás para la masa son harina, huevo, aceite y sal.
El relleno puede ser de queso, manzana, nueces, semillas de amapola o estragón. Deberás extender sobre una lámina de masa y al final hacer un rollo. Una vez ya cocinado, se rocía con salsa de setas o de requesón, y se sirve usualmente acompañado de carne.
9. Estofado de Conejo

El conejo es una de las comidas más típicas en Europa y no es para menos, pues es de las carnes blancas más accesibles y económicas de la región. Es un producto consumido desde hace siglos y su aporte nutricional es alto, lo que la convierte en una de las principales comidas de Europa.
A lo largo de la historia culinaria se puede ver cómo este animal ha sido protagonista de innumerables platos típicos que deleitan y cautivan a más de uno. El origen de esta receta es incierto, aunque se piensa que puede provenir de Italia.
La gastronomía maltesa está altamente influenciada por la cocina italiana, británica e incluso la africana, y por ello sus platos tienen contrastes tan interesantes. Además de conejo, los ingredientes que necesitarás para este plato son: cebolla, ajo, tomates y guisantes. También se le agrega un toque de vino tinto y aceite de oliva. Así como sal y pimienta al gusto.
Este delicioso plato tradicional podrás acompañarlo con verduras o papas al horno, pasta bañada en la salsa del estofado y con vino. Destaca entre las principales comidas de Malta, y se acostumbra a preparar en ocasiones especiales, como celebraciones o reuniones familiares.
10. Estofado Irlandés

Una de las comidas antiguas de Europa proveniente de Irlanda es el estofado irlandés. Es una de las mejores expresiones culinarias de esa nación y una de las razones de orgullo de su pueblo, pues su sabor es inconfundible. Sumado a su historia y tradición lo convierten en una de los mejores platos típicos de Europa.
La historia de la receta se remonta a la era de los celtas. Gracias a los conocimientos que estos obtuvieron sobre agricultura y cría de especies para consumo, como cerdo y ovejas, hallaron la manera de juntar aquellas carnes en un caldero y cocinarlas con abundante agua y especias.
Con el auge del comercio en Europa y la llegada de nuevos alimentos desde otras partes del mundo, el sabor del estofado fue variando hasta su forma actual, la cual incluye cordero, ternera o con cerdo, aceite de oliva, mantequilla, cerveza y algunas verduras como cebollas, patatas y tomates. Así como zanahorias y apio.
Gracias a esta combinación de ingredientes se obtiene uno de los mejores platos del mundo y favorito de muchos europeos. Si eres amante del turismo en Europa y vas a Irlanda deberás probar esta deliciosa receta llena de sabor y tradición.
¿10 no son suficientes?
Pues sigue leyendo para que descubras más platillos increíbles de Europa
11. Risotto Negro (arroz negro)

La gastronomía de Europa mediterránea ha brindado a lo largo de su historia comidas increíbles, y uno de los mejores platos es el arroz negro. Este consta de una exótica mezcla de calamares cocidos en una gran sartén o paella, con arroz seco y rociado con las bolsas de tinta del marisco que dan a este plato su singular aspecto.
De origen croata, esta receta se adaptó rápidamente a las localidades pesqueras de la costa mediterránea, destacando en su preparación las regiones de Friuli y Veneto en Italia, y las ciudades de Alicante y Valencia en España.
Este platillo mediterráneo de Europa es famoso gracias a la inclusión de diversos tipos de calamares, como las sepias y las gambas. Si decides prepararlo, la tinta deberás añadirla al arroz en el proceso de cocción y comértelo recién hecho, sirviéndolo en la sartén donde se preparó. Puedes acompañarlo con nueces y vino blanco. Toma en cuenta que en la versión italiana el arroz es seco y en la española es más suave.
12. Smørrebrød (pan con manteca)

Desde el norte del continente, Dinamarca ofrece uno de los más destacados platos exóticos de Europa, el smørrebrød. Conocido como el almuerzo nacional de ese país, no por nada se ha ganado este estatus. Literalmente significa “pan con manteca” aunque su composición va mucho más allá.
El origen de ese plato emblemático de Europa fue en Copenhague en el siglo XIX, y su popularidad creció en el territorio danés gracias a la fácil preparación que tiene la receta. Consta de una rebanada de pan negro con mantequilla y se acompaña de casi cualquier tipo de alimento, es por esa razón que es uno de los platos más conocidos y aceptados en toda Dinamarca.
Entre los distintos acompañantes del pan puedes escoger entre carne, huevos y queso, aunque también hay versiones que lo acompañan con vegetales, salchichas y pescados como arenque o salmón.
Suele servirse acompañado de cerveza, vino o sodas, y cada restaurante tiene su acompañante particular. De hecho, en el restaurant Oskar Davidsen, activo por ya cinco generaciones familiares, puedes disfrutar de un total de 190 diferentes combinaciones para tu smørrebrød, figurando como uno de los más interesantes lugares turísticos de Europa.
13. Albóndigas de Patata

De los platos emblemáticos de Europa y de Alemania están las famosas Knödel. Se trata de albóndigas de patata que pueden contener diversos tipos de relleno. Cumplen diversas funciones dentro de la mesa, puedes servirlo de aperitivo, plato fuerte o inclusive postre. La receta es conocida también en la cocina austríaca, bohemia e italiana.
El knödel es una de los platos típicos con papa en Europa y Alemania, y su primera aparición histórica es de hace aproximadamente cuatro mil años en las cercanías del lago Mondsee. Los trabajos arqueológicos en aquella región revelaron restos de trozos de masa que cubrían fruta o carne. El nombre del plato se deriva del alemán “knode” o nudo, y no debe ser confundido con la palabra “nudel”, que significa fideos.
Los knödel dulces pueden contener relleno de mermelada o fruta y podrás comerlo como postre usualmente en días festivos de Alemania. La variedad de estos es amplia y su categoría dependerá del relleno que elijas. Estos son los más comunes en Alemania:
- De patata: Thüringer Klöße (crudos) y Schlesische Klöße (con patatas cocidas).
- De pan: Serviettenknödel y Käseknödel.
- De carne: Königsberger y Frikadellen.
- De harina: Dampfnudeln y Apfelknödel.
14. Guisantes Grises

La gastronomía de Letonia es un preciado tesoro europeo y un mundo de sabores nuevos para el paladar. Entre la gran variedad de comidas letonas destacan los típicos guisantes grises con bacón, delicia convertida en el plato nacional y una de las comidas más populares para toda la familia. Sus ingredientes son guisantes grises, patata, tocineta, cebolla y un toque de sal al gusto.
Si decides preparar este platillo típico de Europa deberás dejar en remojo los guisantes por una noche. A la hora de cocinarlos, dejarlos por media hora, luego colocar las patatas a hervir en agua con sal y pasado el tiempo colocar guisantes y patatas en un mortero para triturarlas. Luego fríe la tocineta junto a la cebolla en pequeños trocitos y únelo todo al final en una sola olla.
Gracias a la sencillez y gran sabor de los guisantes grises con bacón podrás conseguir este platillo originario de Europa en cualquier restaurante o establecimiento, llevando a tu paladar una increíble receta llena de sabor y tradición. Destaca además como uno de los platos típicos navideños de Europa, pues según su tradición atrae la suerte y el dinero.
15. Cerdo Ahumado con Judías

Directamente desde la nación de Luxemburgo llega una de las mejores comidas de Europa, con carne de cerdo ahumada como protagonista. Su nombre es Judd mat Gaardebounen, un delicioso plato de la gastronomía europea y el plato típico del país. Su preparación es sencilla, además de cuello de cerdo ahumado, los productos que necesitarás para el plato son cebolla y perejil, así como mantequilla y harina.
El primer paso para preparar este platillo tradicional de Europa es ablandar la carne de cerdo en una olla con abundante agua. Una vez realizado, deberás agregar poco a poco el resto de los ingredientes al caldo y dejar cocer hasta espesar la mezcla total. El resultado será un delicioso estofado con una gran combinación de sabores.
Es habitual ver su popularidad máxima en verano, fecha en las que las judías están frescas y son más blandas de lo habitual, garantizando una mejor textura y un increíble sabor. Sin embargo, podrás cocinarlo en cualquier época del año. Se acompaña tradicionalmente con patatas fritas o cocidas y con típicas cervezas, o un delicioso vino blanco para acentuar la experiencia.
16. Tiramisu

El tiramisú es uno de los mejores postres de Europa y uno de los más preparados en todo el mundo. Su inconfundible textura y sabor lo convierten en un ícono dentro de la repostería profesional italiana y mundial. Uno de los mayores atractivos para los cocineros que se aventuran en la preparación de este postre es la posibilidad de agregarle su toque particular y diferenciarse del resto sin perder la tradición.
El tiramisú, que lidera los postres deliciosos de Europa, tiene un origen que data del año 1950 en el norte de Italia, específicamente en el Véneto. Lo curioso de este postre es que sus ingredientes pueden ser diferentes mientras cumplan la misma función. Es decir, las capas pueden ser de diversos productos que se adapten al ingrediente base.
Por ejemplo, para la capa dura puedes usar galletas o bizcochos. El queso que se usa puede ser mascarpone o cualquier otro cuyo sabor no altere la dulzura del postre. Para humedecer la galleta se usa café, como también puedes considerar el ron o el amaretto. Es vital que se sirva frío con un par de horas de refrigeración previa, de forma que sus ingredientes absorban y realcen su sabor mutuamente.
17. Gelato

Un postre tradicional de Europa proveniente de Italia y uno de los más típicos en el mundo es el gelato. Provisto de un sabor inconfundible y una variedad de sabores limitada a la imaginación, esta delicia artesanal es una de las más trascendentales creaciones gastronómicas de Italia.
Por lo general, los principales ingredientes que necesitarás serán leche, nata, azúcar y algún estabilizante como goma guar. Para prepararlo debes mezclar bien los ingredientes y refrigerarlo por unas horas.
Los orígenes de este postre originario de Europa se remontan a mediados del siglo XVI, en los banquetes oficiados por la famosa familia italiana Médici en el año 1565, cuando su cocinero Bernardo Buontalenti presentó su creación a Catalina de Médici, quien divulgó la voz sobre el postre. La noticia llegó a Francia, donde años más tarde se fabricaría la primera máquina de helados.
Pero la verdadera explosión de la popularidad del gelato vendría en los años 30, cuando en Italia se creó el primer carrito de helado. Un aspecto importante de los gelatos es que tienen un proceso de fabricación delicado, por ello son apreciados los más artesanales y su sabor puede degustarse mejor cuando tienen menos de tres días de fabricado.
18. Sangría

Entre las bebidas alcohólicas de Europa, específicamente de España, destaca la sangría, una deliciosa mezcla de vino tinto con frutas picadas, soda, azúcar y brandy. Su sabor es una mezcla entre dulce y ácido, y su efecto refrescante la vuelve perfecta en días de verano para acompañar tus comidas o incluso en celebraciones de todo tipo.
La sangría, como una de las bebidas tradicionales de Europa, tiene un origen discutido por la variedad de teorías que hay. Una de ellas postula que la mezcla se consumía en el Ecuador del siglo XIX, otros autores sitúan su origen en las Antillas Británicas.
Una versión corresponde al padre Esteban Torres, quien en el año 1788 comentaba en su “Diccionario del castellano” que la sangría era una bebida ideada por los ingleses y que estos la trasladaron a sus colonias en América.
No obstante, su popularidad en España fue tal que se considera en la actualidad una de las bebidas más consumidas en Europa. Se presenta fría en una jarra de vidrio transparente y se coloca una cucharilla de madera para revolver la fruta. Para acentuar su sabor es recomendable que dejes macerar las frutas con el vino unas horas antes de la preparación.
19. Limonada

Semana Santa es un evento importante motivo de viajes a Europa. En la provincia española de León se espera con ansias, pues sus festividades tradicionales llenan al pueblo de alegría y emoción.
Entre las manifestaciones más importantes destacan las culinarias y allí hay que hablar de la tradicional limonada, una rica bebida refrescante a base de vino y rebajada con agua y zumo de limón que desde hace siglos deleita a esa región española.
Tiene un origen un tanto incierto. Sin embargo, una de las teorías más aceptadas en la actualidad es que en la Edad Media los judíos y cristianos en España estaban enemistados, y las autoridades para evitar conflictos en vísperas de Pascua prohibieron el vino. Por consiguiente, se creó esta bebida baja en alcohol que pasaba desapercibida.
La expresión “matar judíos” se refiere a beber limonada leonesa. Para preparar esta bebida fría de Europa debes verter en un recipiente el vino y mezclarlo con agua, zumo de limón, canela, azúcar y fruta. Luego debes almacenarla en un espacio fresco y remover cada 24 horas con una cuchara de madera por tres días.
20. Kir

Una de las bebidas alcohólicas de Europa es sin duda el Kir, original de Francia. Este delicioso cóctel se prepara con vino blanco y crema de cassis (licor de grosella negra). Usualmente se sirve como una entrada antes de la comida. Deberás prepararlo directamente en una copa de vino, sirviendo primero la crema de cassis y posteriormente el vino que debe estar frío.
Su creación se remonta al año 1951, cuando el alcalde de Dijon, Félix Kir prestó su nombre para una campaña publicitaria de la empresa Lejay Lagoute, que creó la crème cassis con el único objetivo de promocionar el vino blanco de la región.
Con el tiempo se ha convertido en un motivo para viajar a Europa y probar una de las bebidas más famosas de toda Francia. Hoy en día la receta ha evolucionado bastante y podrás encontrar diversas variedades de Kir. Los más destacados son:
- Kir Royal: con champán.
- Kir Pétillant: con vino espumante.
- Kir Cardinal: con vino tinto.
- Kir Imperial: con licor de frambuesa en lugar de cassis, y champán.
- Kir Normand: se sustituye el vino por sidra normanda.
- Kir Bretón: con sidra bretona, en lugar de vino.
21. Pasteis de Nata (pastel de nata)

Para aquellos turistas en busca de qué hacer en Europa, desde Portugal en Lisboa hay un bocadillo digno de conocer: el tradicional pastel de nata o Pastéis de Belém. Este postre, ubicado en los más altos niveles gastronómicos, es considerado uno de los mejores postres del mundo entero. Si vas de turismo a Lisboa debes pasar a probar estos únicos postres.
El origen de este postre famoso de Europa se remonta al año 1837, en plena Revolución liberal. Tras haberse cerrado los monasterios, un monje de los Jerónimos comenzó a vender estos pastelillos a partir de una receta del monasterio en puestos en venta de la Antiga Confeitaria de Belém. Abierto desde ese año y todavía en funcionamiento, se ha convertido en un ícono del turismo en Europa.
Un aspecto interesante de este postre originario de Lisboa es que muchos cocineros y reposteros han intentado imitar esta receta, pero no han tenido éxito porque la misma es un secreto bien guardado. Por ello los Pastéis de Belém son un tesoro de la gastronomía y una de las principales razones para viajar a Europa. Para prepararlos necesitarás ingredientes como harina, huevos, azúcar, leche y masa de hojaldre.
22. Tarta Sacher (tarta de chocolate)

Uno de los postres tradicionales de Europa y de Austria es la tarta Sacher, un deleite cinco estrellas si eres amante del chocolate. Se trata de uno de los más aclamados postres en el mundo de la repostería, por su diversidad de técnicas y su combinación de sabores. Está formado por dos piezas de pastel de chocolate pegadas con un dulce de albaricoque y mantequilla, así como un glaseado de chocolate que la recubre.
Su origen fue en el año 1832 por el repostero Franz Sacher, y fue creada para una reunión de invitados del príncipe Klemens Wenzel von Metternich. Posteriormente, el hijo de Franz, Eduard, comenzó a preparar la torta con la receta actual en la repostería Demel y en 1876 fundó el Hotel Sacher, en pie hoy día, donde también podía encontrarse.
Años más tarde comenzó una disputa por la receta entre los herederos de Sacher y los dueños de la repostería Demel. El acuerdo al que llegaron fue que en el hotel se sirviera bajo el nombre de Sacher-Torte, mientras que la repostería debía venderla como Eduard Sacher-Torte. Hoy en día es uno de los postres famosos de Europa, siendo indispensable probarla si vas a Viena.
23. Tarta Tatin de Manzanas

Originaria de Francia, la tarta tatin es uno de los mejores postres de Europa. Gracias a su delicioso sabor y fácil preparación es un ícono tradicional de su repostería y acompaña a los franceses en diversas celebraciones, como bodas, cumpleaños y bautizos. El ingrediente principal es la manzana, la cual deberás sofreír un poco para que alcance el punto de sabor adecuado para la receta.
Su historia se ubica a finales del siglo XIX en el Hotel Tatin, en Lamotte-Beuvron. Este hotel era manejado por dos hermanas, Caroline y Stephanie Tatin. En una ocasión, esta última estaba preparando una tarta de manzanas y accidentalmente cocinó de más la fruta, por lo que resolvieron poner la masa arriba y cocinarla así para después voltearla.
La irreverente forma de cocinar ese postre típico de Europa hizo que su popularidad creciera, siendo uno de los pasteles más replicados en Francia. El paso más importante tras haber sofreído las manzanas es hacerle agujeros a la masa para que salga el vapor y no dañe la fruta, y al estar lista debe voltearse en los primeros minutos para que el caramelo no se solidifique y se dañe por completo.
24. Miel de Ruibarbo Polaca

Los polacos saben cómo apaciguar la sed en los días calurosos, y la solución está en dos sencillos ingredientes: ruibarbo y miel. Así fue como nació la famosa y tradicional miel de ruibarbo, una de las mejores bebidas refrescantes en Europa. Es conocida en toda Polonia y también en Rusia, lugar donde son bastante comunes estos elementos.
Como medida comparativa, el ruibarbo es muy parecido al arándano, así que puede ser utilizado como equivalente para hacer el brebaje. La preparación de esta bebida fría de Europa es muy sencilla: primero debes hervir agua y al reposar le añades la miel. Luego debes triturar el ruibarbo hasta que quede la pulpa.
Posteriormente con agua hervida debes lavar la pulpa y esperar que repose. Una vez que sea manipulable tendrás que colocarla en la nevera por dos horas. Por último, una vez estén bien frías las aguas de miel y del ruibarbo, se sirven en un vaso de agua con abundante hielo y se le añaden rodajas de naranja u hojas de menta y así podrás disfrutar de una de las bebidas más ricas de Polonia.
25. Bowle de Fresas

Una de las famosas y refrescantes bebidas alcohólicas de Europa es el bowle de fresas. Este cóctel típico de Alemania es consumido habitualmente en reuniones, al aire libre y en días calurosos, pues sus propiedades refrescantes lo vuelven el acompañante adecuado.
El bowle de fresas es de sencilla preparación y sus ingredientes están disponibles en cualquier época del año. Como su nombre lo indica, el ingrediente principal de esta bebida gaseosa de Europa son fresas maduras, pero también necesitarás vino blanco y espumoso, vodka, azúcar y hojas de menta o hierbabuena al gusto.
Primero debes lavar y retirar las hojas de las fresas, cortarlas en trocitos pequeños y colocarlas en un recipiente con abundante azúcar. 15 minutos después, revuelves y añades el vodka y las hojitas de menta o hierbabuena. Luego dejas reposar la preparación un poco y la refrigeras en la nevera por cinco horas para que se maceren los ingredientes con el vodka.
Por último, se debe añadir el vino blanco y el espumoso. Finalmente, cubrir de hielo y servir. Otras versiones aceptadas en Alemania de esta receta incluyen pasos extra como sumergir las fresas en licor de naranja o añadirle ralladura o jugo de limón.
Europa: Sabores imperdibles

Europa es un lugar cuya gastronomía deja a cualquier persona sin aliento. La enorme variedad de platos exóticos que puede ofrecer su vasta cultura es un motivo inmenso para visitar cada una de sus países, probar las comidas regionales de Europa y adentrarse en la cultura de su comunidad. En tus próximas vacaciones será un destino que no podrás perderte.
La comida europea ha llegado a casi todos los países del mundo. Platos famosos de Europa como la pizza que forman parte de la cultura cosmopolita mundial, o la deliciosa paella dan cuenta de la importancia y trascendencia de la cultura gastronómica europea en otras naciones.
De igual forma, muchos postres y bebidas han dado la vuelta al mundo, como el delicioso tiramisú o los Pastéis de Belém de Portugal, receta única en el mundo. También la sangría, altamente conocida y sinónimo de celebración y alegría en España, hace de la gastronomía europea uno de los más invaluables tesoros de la humanidad. Hay razones de sobra para experimentar sus platos y hacer de un viaje a Europa una experiencia inolvidable.
En orden de aparición de las fotos:1. comidas tipicas de europa 1: Jan Fidler (Flickr)
2. Pizza: Emily (Flickr)
3. Paella: nmatiny (Flickr)
4. Fish and Chips (pescado y papas): Matt Brown (Flickr)
5. Gyros: Juan Carlos Madrigal (Flickr)
6. Pierogi (pasta rellena): Margaret Bourne (Flickr)
7. Stroopwafel: Patty O’Hara (Flickr)
8. Gulash: giorgio carpoca (Flickr)
9. Rollitos de queso: El Noeliarcado (Flickr)
10. Estofado de Conejo: calafellvalo (Flickr)
11. Estofado Irlandés: MetaGrrrl (Flickr)
12. Risotto negro (arroz negro): Paul Arps (Flickr)
13. Smørrebrød (pan con manteca): lesleyk (Flickr)
14. Albóndigas de patata: @teresa_vivancos (Instagram)
15. Guisantes grises: lUnorthodoxY (Flickr)
16. Cerdo ahumado con judías: Alpha (Flickr)
17. Tiramisu: Kanko* (Flickr)
18. gelato: Janine (Flickr)
19. Sangría: nattywoohoo (Flickr)
20. Limonada: Aida Mollenkamp (Flickr)
21. Kir: Chupacabra Viranesque (Flickr)
22. Pasteis de Nata (pastel de nata): snowpea&bokchoi (Flickr)
23. Tarta Sacher (tarta de chocolate): Javi Vte Rejas (Flickr)
24. Tarta Tatin de manzanas: demi (Flickr)
25. Miel de Ruibarbo Polaca: @bartenderstore (Instagram)
26. Bowle de Fresas: @gustagarden (Instagram)
27. comidas tipicas de europa 2: David Kosmos Smith (Flickr)
DESCUBRE LAS COMIDAS TÍPICAS DE OTROS PAÍSES
España ● Italia ● Francia ● Portugal ● Alemania ● Austria ● Bélgica ● Bulgaria ● Croacia ● Dinamarca ● Finlandia ● Grecia ● Holanda ● Hungría ● Inglaterra ● Irlanda ● Islandia ● Malta ● Noruega ● Rusia ● Suecia ● Suiza ● Turquía ● Europa
DESCUBRE TAMBIÉN LAS COMIDAS TÍPICAS DE ESTOS OTROS PAÍSES:
España: Paella y cocido madrileño
Italia: Lasagna y pizza
Francia: Aligot y quenelle
Portugal: Bacalao en salazón y lechón
Alemania: Thüringer Klöße y albóndigas de pasta
Austria: Viennese apfelstrudel y escalope vienés
Bélgica: Moules-frites y carbonara flamenca
Bulgaria: Yogur, tarator y shopska salad
Croacia: Queso de pag y bakalar
Dinamarca: Smørrebrød y gravad laks
Finlandia: Perunat y pan de centeno
Grecia: Tzatziki y musakas
Holanda: Rijsttafel y bitterballen
Hungría: Gulash y pörkölt
Inglaterra: Bangers and mash y scones
Irlanda: Boxty y cuddle
Islandia: Bacalao y cordero islandés con verduras
Malta: Pastizzi y gbejniet
Noruega: Sopa de carne de reno y rakfish
Rusia: Shashlyk, pelmeni y borsh
Suecia: Köttbullar y kroppkaka
Suiza: Fondue de queso y Raclette
Turquía: Döner kebab y yogur
Europa: Salami de samobor, potica y khorovats